DUE.

Entre herida y herida se apagó la luz, tu luz. Segundos, minutos, horas amargas, noches quebradas, planes deshechos. Mi alma aún rota hoy, llora por ti.
Ahora es cuando me vienen a la mente momentos desaprovechados, días desperdiciados no estando junto a ti.
¡Cuántos te quieros en el aire se quedaron sin decir! respiración entrecortada en una habitación gris. En mi triste corazón hay un gran rincón dedicado a ti, sólo a ti. Tú nombre en mi pecho grabado.
Gracias por sentir tu calor, cariño, amor, la bondad en ti. No pude detenerte, parar el tiempo y me entristezco cada vez que recuerdo que no estás aquí, junto a mi.
Es tan complicado este camino empedrado, hecho de baches y hoyos profundos...todo esto otra vez sin ti.
Miro al cielo, tiemblo, veo una estrella y pienso: ¡Está ahí! Aun cuidándome, sin estar, pero tan presente como siempre.
Siempre mi ángel, mi luz, en mi corazón, junto a mi.