No buscamos quien nos siga, denegamos cualquier entrada de aquel que quiera seguirnos los pasos. Debemos ser un imán para el gentío y no elegimos serlo. Por mucho que plantemos barrotes siempre dejamos un resquicio sin colorear y la historia da un vuelvo para dejar de ser prohibido volviéndose un pasen y huelan, observen...¡y se cuelan!
No encontramos el contrato donde supuestamente firmamos este acuerdo y es que no existe, no lo elegimos, ellos lo han inventado. Mira que no estamos a favor de las fronteras pero no lleguemos al extremo del libre albedrío.
Donde pintan los rincones sin dejar huecos vacíos, a nuestro gusto, sin reglas, sin montones, sin gentío...
Quizá querida, debamos escapar al FIN DEL MUNDO.
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